Este mundo en el que nos ha tocado vivir sería mucho más humano si tuviéramos la valentía de tender puentes, en vez de construir muros, y de dar nuestra mano, aunque nos la rechacen, y aceptar las de aquellos a los que no consideramos de los nuestros. Los cristianos tenemos mucha tarea que hacer en este campo porque es parte de nuestra misión en la tierra. Empecemos derribando muros y construyendo puentes para acercarnos a los otros y trabajar por el bien común.
Por mucho que se diga, el corazón habla al corazón, mientras que la lengua no habla más que a los oídos – San Francisco de Sales
Lo que tiene auténtico valor en la vida del creyente es lo que sale del corazón. Porque las palabras, en ocasiones son