Si deseamos ser perfectos, meta a la que debemos aspirar como creyentes, porque es lo que se nos pide, debemos convencernos de que nunca encontraremos el tope a la perfección. Siempre podremos avanzar un poco más, porque la meta es parecernos a Dios, aunque nunca lo conseguiremos. Y en ese avanzar iremos descubriendo que, aunque nos queda mucho camino por recorrer, percibiremos que deseamos mejorar cada vez un poco más para poder ser mejores.
Ayudarse unos a otros: esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, y lo hago de corazón, porque es mi deber – Papa Francisco
No es cristiano negar nuestra ayuda a quienes la necesitan. Tú nos enseñas, Señor, que debemos amarnos los unos a los otros.